Síntesis exposición

Síntesis Exposición Fragmento Cien años de soledad

Gabriel García Márquez fue un escritor, novelista, cuentista y periodista colombiano, nacido en Aracataca el 6 de marzo de 1927. Es uno de los mayores exponentes del realismo mágico, y es mayormente conocido por su novela Cien años de soledad. Gracias a su obra compuesta por novelas, cuentos e historias recibió el premio Nobel de literatura en 1982. En 1999 se le diagnosticó un cáncer linfático y luego de luchar contra éste quince años, falleció en México DF a la edad de 87 años.

Como se mencionó anteriormente, Gabo es mundialmente conocido por su novela Cien años de soledad, publicada por primera vez en 1967. Es indiscutiblemente una historia esplendida que se enmarca en el conflicto de guerras civiles entre liberales y conservadores que azotó gravemente a nuestro país. Asimismo, en esta novela apreciamos el realismo mágico, que, mezclado con la magnífica historia de Macondo y los Buendía y su gran habilidad para contar una historia, hace de esta novela una de las más importantes en la literatura de la lengua española y merecedora del premio Nobel de literatura en 1982. Con el fin de contextualizar la historia de Gabo, presentaremos a continuación una breve síntesis de los dos capítulos que nos competen:

En un pueblo llamado Macondo viven Úrsula y José Arcadio Buendía, padres de Aureliano Buendía, José Arcadio y Amaranta, y criaron como hijos a Arcadio y Rebeca. Úrsula una mujer valiente y de armas tomar es responsable por toda su familia, es la base y apoyo de ellos debido a que José Arcadio Buendía, su esposo, cayó en el delirio y ella se encarga de sus cuidados con amor, de aconsejar y guiar a su familia con tenacidad. Aureliano Buendía es un coronel liberal revolucionario, José Arcadio y Rebeca son esposos a pesar de toda prohibición por causa incestuosa y viven juntos. Arcadio, que solía ser temeroso y solitario es quien reemplaza como jefe militar a Aureliano en Macondo, cuando este se marcha a Riohacha. Amaranta, una mujer pasiva y reflexiva pero temerosa del desamor y la decepción, rechazó  dos propuestas matrimoniales: una por parte de un italiano llamado Pietro Crespi, a quien el rechazo lo llevó a una depresión tal que lo condujo al suicidio;  y la otra por un general compañero de Aureliano Buendía, llamado Gerineldo Márquez, al cual también rechazo, no por falta de amor sino por miedo al desamor o a un mal compromiso. En el país son épocas de guerra, de violencia bipartidista, de enfrentamientos políticos y armados entre liberales y conservadores.

Arcadio asumió el mandato de macondo durante 11 meses, gobernó con tal arbitrariedad que llegó a ser el más cruel dirigente de Macondo. En su gobierno, Arcadio se apropió de las tierras de Macondo, justificaba sus actos diciendo que como su padre José Arcadio Buendía había fundado el pueblo, esas tierras eran por tanto patrimonio de la familia Buendía. Luego, Arcadio se alió con José Arcadio y le propuso “crear una oficina de registro de propiedad para que José Arcadio legalizara los títulos de las tierras usurpadas, con la condición de que delegara en el gobierno local el derecho de cobrar las contribuciones” (Pág, 137), y por su lado, Arcadio durante su mandato se encargó del dinero de las contribuciones y cobraba  al pueblo por enterrar a sus muertos en las tierras de José Arcadio.  Cuando Úrsula se enteró de esto se sintió enfurecida y avergonzada, ya cansada de los abusos y arbitrariedades de Arcadio, asumió el mandato de Macondo, esperando restablecer el orden, la tranquilidad y disipar el terror y el abuso.

A finales de un Febrero llegó a Macondo un mensajero de Aureliano Buendía: el Coronel Gregorio Stevenson. Aureliano Buendía quien se encontraba en Riohacha preocupado por la exterminación de la resistencia liberal decidió enviar un mensaje a Arcadio, indicándole que debía “entregar la plaza sin resistencia poniendo como condición que se respetaran con honor la vida y las propiedades de los liberales” (Pág 139). Arcadio no se fió de la identidad ni de la veracidad de su mensaje y decidió encarcelarlo, y contradiciendo el deseo de Aureliano decidió resistir y defender la plaza hasta la muerte. A finales de marzo el gobierno mando grandes tropas a Macondo,  se llevó a cabo un gran enfrentamiento, hasta que el cuartel de Arcadio fue exterminado por completo,  ”en menos de media hora no sin antes llevarse por delante a trescientos soldados” (Pág 141). Al siguiente día de la derrota hubo un consejo de guerra el cual decidió condenar a Arcadio a  muerte, fue dado de baja en los muros del cementerio, agonizando cuando entraron las balas en su cuerpo pudo dar su último grito de vida diciendo: “¡cabrones!, ¡viva el partido liberal!” En mayo terminó la guerra, y con ello se anunciaba la captura de Aureliano Buendía como uno de los más importantes promotores de la rebelión liberal, su tropa de 21 hombres había sido derrotada y en el momento de su captura sólo lo acompañaba el Coronel Gerineldo Márquez. Aureliano Buendía  fue condenado a muerte y su última voluntad fue que ésta se ejecutará en Macondo. Le fue concedida su voluntad: soldados de gobierno lo condujeron a Macondo y allí lo mantuvieron encarcelado mientras llegaba el día de su ejecución.

Se rumoraba que el General del ejército que diera la orden de fusilamiento contra el coronel Aureliano Buendía sería asesinado junto a su pelotón. Por miedo a esto y a las consecuencias políticas que podría implicar el fusilamiento de Aureliano Buendía, los soldados del ejército se sentían temerosos de llevar a cabo la condena, así que pasó más de una semana Aureliano Buendía encarcelado, sin que se decidiera su destino. Cuando definitivamente llegó la orden oficial donde se ordenaba cumplir la ejecución en menos de 24 horas, el encargado fue el Capitán Roque Carnicero, quien a la mañana siguiente, muy de madrugada se dirigió hacia los muros del cementerio con su pelotón para dar la orden de fusilamiento. Cuando ya estaban a punto de disparar contra el Coronel Aureliano Buendía, apareció su hermano José Arcadio con una escopeta e irrumpió la ejecución, el oficial Roque Carnicero agradeció la interrupción y terminó por aliarse con  Aureliano Buendía,  lo liberó y planearon con él la liberación del gran General revolucionario Victorio Medina, quien se había quedado en Riohacha, estando condenado a muerte. Emprendieron el viaje pero a su llegada había sido ya fusilado el general Victorio Medina. Fue entonces Aureliano Buendía proclamado jefe de las fuerzas revolucionarias, al cabo de tres meses había logrado armar a más del mil hombres, pero todos fueron exterminados.

Después de luchas y amenazas cruzadas con el gobierno, el Coronel Aureliano Buendía regresa a Macondo, encontrando en su casa varios niños, los hijos del difunto Arcadio y su viuda Santa Sofía de la Piedad, una niña y dos gemelos, llamados Remedios, José Arcadio Segundo y Aureliano Segundo. Amaranta se había encargado de estos niños y de los hijos de vecinas, a los que en la sala de su casa les dictaba clases infantiles. Desafortunadamente, un día apareció José Arcadio muerto en el baño de su casa, nunca se supo cómo ni quién lo mato. Este terrible hecho se relata con fantasía aludiendo que el pueblo quedó impregnado de olor a guerra, (pólvora) y para Rebeca, Aureliano y la familia lleno de soledad y tristeza.

Aureliano Buendía, que seguía empeñado en continuar la lucha liberal, un día reflexionó y se dio cuenta que no sabía siquiera porqué peleaba, que su lucha y su causa no eran claras, que tal vez el partido liberal era una forma de abanderar sus intereses personales, los cuales los calificó con el orgullo. Como estaba solo porque los liberales estaban negociando participación política, su orgullo lo había aislado de contactos con los demás grupos liberales, y en medio de sus reflexiones supo que si dejaba a un lado el orgullo podría poner fin al círculo vicioso de la guerra. Pidió a Úrsula el dinero de la herencia y unos ahorros y se dirigió a “establecer contacto con los grupos rebeldes del interior” (Pág 162), dejando como encargado a su amigo y compañero de lucha, el coronel Gerineldo Márquez, nombrándolo jefe civil y militar y de Macondo.

Ocho meses después de haberse marchado Aureliano de Macondo, escribió a Úrsula para anunciar el presagio sobre la muerte de su padre, el cual murió dos semanas después del aviso. El día en que murió José Arcadio Buendía, quien fuera esposo de Úrsula, padre de Aureliano, Amaranta, José Arcadio, Arcadio y Rebeca, abuelo de Remedios, José Arcadio Segundo y Aureliano Segundo, amigo de muchos, compañero de otros, fundador del pueblo, Macondo fue inundado por una  gran lluvia de flores amarillas, que cubrieron  todo, mientras José Arcadio Buendía trascendía de la vida, al descanso, a esa muerte que muchos tememos.

Ahora bien , podemos ver claramente la relación de la novela con el conflicto bipartidista que se vivió en Colombia. Nos percatamos, por ejemplo, de que coronel Aureliano Buendía militante liberal promueve numerosos levantamientos armados en contra de los conservadores,  que Macondo es varias veces blanco de ataque y conquista de los conservadores, de un par de condenas a muerte por causas de la guerra civil, y todo esto acompañado de ese realismo mágico que le da a la novela ese toque tan peculiar, especial, diferente a otras y que la hizo tan popular en el mundo entero, sin lugar a dudas una obra magistral imposible de olvidar, que nos recuerda nuestro pasado para así poder tener un mejor futuro, y que deja en la memoria el legado de un hombre que dejó en alto el nombre de nuestro país con su bonita manera de contar historias.