Modernidad y competencia, S. Kalmanovitz. (Cristian y Angie)

MODERNIDAD Y COMPETENCIA

“los rezagos de la mentalidad cristiano -feudal, que acompañan las relaciones sociales que se producen dentro de los negocios y el Estado en el país colombiano."

Lo que le interesa al autor en este fragmento es analizar los rezagos de la mentalidad cristiano - feudal en Colombia. Uno de los principales rezagos de esta mentalidad es la concepción de mundo, “se concibe el mundo como predestinado por la voluntad divina y la libertad humana juega un papel mínimo." Otro rezago es el fortalecimiento del poder autoritario e impuesto por medio de la legitimación religiosa, además el surgimiento de la lucha contra los enemigos de la fe, es decir, contra los distintos al régimen instaurado. Todos estos elementos de la mentalidad dogmática católica, fueron neutralizados por la  reforma protestante “que estableció con mayor pureza los elementos de la nueva mentalidad burguesa" por ejemplo, instauró “la creencia de la igualdad humana frente a Dios, por tanto, la comunicación directa con el mismo", desplazando la figura predominante en el catolicismo del papa o el cura como intermediarios legítimos entre Dios y el hombre.

Para iniciar el análisis sobre los rezagos de la mentalidad pasada sobre la sociedad colombiana el autor prefiere cambiar la categoría cristiano-feudal por la católico-feudal, esa mentalidad que propicia la represión a todo aquello distinto a la religión que alude. Esta mentalidad católica-feudal en una de sus primeras características resulta ser impura, pues ha sido impuesta sobre toda resistencia indígena y negra, por tanto surgió “sobreimpuesta, aceptada formalmente pero desechada como ética cotidiana". Ese mismo formalismo con el que se aceptó tal imposición, se mantiene en el régimen educativo y en las leyes de nuestro país, seguimos aceptando por pura formalidad cualquier tipo de imposición, sin reaccionar activamente. “se sigue manteniendo la imposición doctrinal sin consenso del afectado".

Aunque en los últimos 50 años del país el capitalismo se ha acrecentado y esto ha contribuido a que la gente se informe más, se eduque mejor, y en efecto, que el proceso de secularización se haya fortalecido, sin embargo, siguen habiendo comportamientos públicos irracionales que no encajan con los deseos de progreso de las relaciones económicas capitalistas. A pesar de los indicios de progreso capitalistas, el capitalismo colombiano ha sufrido una etapa de involución en las últimas décadas, no en términos cuantitativos sino cualitativos, pues a pesar de su crecimiento y acumulación de capital acelerados, se ha acompañado a su vez, del crecimiento de la desigualdad social, lo que le atañe en términos cualitativos, el calificativo de involución.

Las ideología burguesa que surgió, junto al protestantismo, en contraposición a esa mentalidad dogmática, tiene una característica importante que es la ética de la responsabilidad individual que puede considerarse como cierta regulación a la esencia central de su ideología, la dinámica de acumulación, esa ética individual se basa en el esfuerzo y el rigor, pero en países como Colombia hay una ausencia total de todo rigor eficiencia y concordancia, no solo en las estructuras e instituciones del Estado sino en la mismas dinámicas sociales de los ciudadanos que se han traducido en irresponsabilidad individual y fraude. Entonces, es notorio que los rezagos de la mentalidad católica- feudal ha influido en que el país tenga un proceso lento en términos cualitativos, de su modernización pues características como la igualdad y el Estado secular no han podido ser conquistados por el mantenimiento del pensamiento dogmático antiguo, aún estamos sometidos en inicio poco progresivo de una verdadera modernidad e industrialización. 

Preguntas: ¿La reincidencia en el delito y el fraude no es otra mentalidad dogmática que ha impedido nuestro desarrollo social, político y económico? ¿Podemos nivelar la desigualdad social manteniendo la supremacía del poder económico sobre lo político?