Reseña “Modernidad y Competencia”
“Tal situación es
socavada por la emergencia de un creciente comercio de contrabando, financiado
en buena medida por el narcotráfico, que establece una competencia más intensa
dentro del país.” Pág. 322
Modernidad y competencia es un ensayo realizado por Salomón
Kalmanovitz en el cual pretende explicar los atrasos de la mentalidad cristiano-feudal
que acompaña las relaciones sociales que se representan en los negocios y el
Estado colombiano. Inicia mencionando a Romero, y dice que susodicha mentalidad
es fundamentalmente rural y estática; que se basa en la desigualdad y
despoticidad de una autoridad (divina) que no tiene límite. Estos elementos
fueron reemplazados en Europa por la reforma protestante, introduciendo piezas
de la nueva mentalidad burguesa, sin embargo esto no pasó en España, donde se
aferraron a las normas tradicionales y con esta mentalidad colonizaron a
América. Dicho pensamiento seria entonces nuestro también, y luego, cuando el
capitalismo entra a nuestro país, entramos en un gran cambio estructural
económico, político y social, sin embargo pese a ese gran paso, nos vemos
inmersos en una involución ya que aún continuamos con esa mentalidad que se ve
reflejada, por ejemplo, en que nuestra nación sigue consagrada al Sagrado
Corazón.
Kalmanovitz habla de una irracionalidad que domina nuestra vida
colombiana. La nueva mentalidad burguesa con su ética basada en el esfuerzo y
en el rigor poco se ha desarrollado en Colombia; en cambio, nosotros preferimos
la ineficiencia, la irresponsabilidad individual y el fraude. La falta de
competencia política y económica viene del afán de las grandes empresas por
hacerse de las grandes contrataciones del Estado y manipulando las leyes para
que no tengan que pagar impuestos y así ser superiores y no tener competencia,
por supuesto con ayuda del Estado que también resulta beneficiado con esto. El
Estado protege a los grandes grupos industrial-financieros y frena a sus
posibles competidores; consecuentemente el Estado obtiene tanto control
político como control económico global ante el país, ¿y entonces el liberalismo
qué? Una gran adversidad para esta situación es el narcotráfico, pues éste no
paga impuestos y al poder movilizar gran cantidad de capital al exterior afecta
los monopolios bancarios nacionales, y como no es legal y no es reconocido por
el Estado, entonces no se le puede ejercer fácilmente un control económico y
político sobre éste. El narcotráfico, a pesar de las graves consecuencias
sociales que sabemos que trae, hace posible una competencia económica más
intensa dentro del país. Por ende vale la pena preguntarse: ¿Qué pasaría entonces
si de aquí a mañana se legalizan las drogas dentro de nuestro país? ¿Continuaría
esa nivelación competitiva que esta práctica ofrece o por lo contrario, el
Estado echaría mano de este recurso también y lo monopolizaría igual que lo
demás?