ENSAYANDO
LA REFORMA EN COLOMBIA, 1968-1984
Existen
grupos de contracultura que tienen variadas expresiones artísticas y
periodísticas (...) otra opción contra la hegemonía burguesa; fruto creativo
del fracaso y la impotencia del inmediatismo revolucionario. Antanas Mockus en
(HERRERA ZGAIB, Pág.179).
En este texto el autor
ofrece un recorrido histórico sobre el desarrollo y la reacciones frente a las
reformas educativas para la educación superior en el periodo 1968- 1984. Para
efectos del presente texto y de acuerdo con el objetivo de hacer hincapié sobre
algunos fracasos revolucionarios y la tiranía del gobierno, dividiremos el
análisis histórico en dos periodos. El primero entre 1968- 1971se considerara
como el periodo de las fuertes riñas, el desorden revolucionario, la represión
exagerada del gobierno. El segundo periodo entre 1971-1984 se considerara como
el período de consensos, algunos “paños de agua tibia" y la reflexión
universitaria sobre las vías de hecho como sustento revolucionario. Los que
pretendemos ofrecer una mirada sobre lo que a raíz de la información histórica
consideramos a favor y en contra de las revolución universitaria.
El primer período se
caracterizó por las constantes protestas estudiantiles en contra de la
intervención imperialista y privada en las universidades públicas, y la
privatización de la educación. Para ese periodo, durante la administración de
Lleras Restrepo se planteaba la reforma educativa llamada el Plan Básico de la
Educación Superior. Los puntos relevantes a tener en cuenta son: que Lleras
Restrepo logra implementar el ICFES como instrumento para el control y
vigilancia de la educación superior. Los estudiantes lograron postergar la reforma
hasta la siguiente administración presidencial. Los estudiantes a causa de sus
protestas recibieron fuertes castigos represivos, como el desprestigio, la
amenaza constante, el cierre de universidades y hasta la muerte. A raíz de este
periodo surgen nuevas propuestas a fin de consensuar la trecha hasta ahora
inconciliable entre los intereses gubernamentales y los estudiantiles.
El siguiente periodo de
consensos, paños de agua tibia y reflexiones inicia en 1971 con la propuesta de
reforma por parte del estudiantado que buscaba democracia, calidad autonomía y
el carácter público de la educación, esta reforma fracaso. Estando en la
presidencia el señor Pastrana Borrero logra implementar el anterior Plan de
Lleras Restrepo haciendo algunos cambios no de fondo y esencia pero suficientes
para lograr cierta conciliación entre estudiantes y gobierno. Las diferencias
relevantes con el anterior plan de reforma son: mayor autonomía universitaria,
poder a la comunidad universitaria en la toma de decisiones y control de las
intervenciones extranjeras y privadas. En 1977 llega a la presidencia Lopez
Michelsen que hizo reformas a la educación media y primaria, en la superior
planteó de la jornada nocturna. Para la época el sector privado había crecido y
con ello la privatización en la educación superior. Los estudiantes empezaron a
fracasar en sus revoluciones por las vías de hecho, se atomizaban los
movimientos estudiantiles y poco a poco perdieron toda oportunidad de
participación y movilización política significativa.
Como vemos el fruto de esas
luchas estudiantiles mediáticas, a veces atomizadas, a veces violentas y muchas veces deslindadas de
un verdadero proceso político y educativo que genere transformaciones a largo
plazo a no solo nivel político sino cultural, no dejaron mucho y ganaron poco.
Solo hacia la década de los 80 algunos estudiantes empiezan a reflexionar sobre
la efectividad de las vías de hecho y plantean lo que Mockus llamó
contraculturas y otras luchas no políticas
como nuevo medio para generar cambios no mediáticos pero si al menos con
pretensiones a futuro. La historia ha mostrado que no solo las revoluciones
violentas ganan transformaciones, hay revoluciones culturales que han ganado
más, como el renacimiento, por ejemplo. Este texto nos muestra que si la
comunidad académica quiere aportar para cambiar la realidad deben hacerlo desde
la intelectualidad, la organización y la cultura y no desde el desorden, el
sectarismo y el radicalismo.
Preguntas: ¿Realmente
sirven las vías de hecho como formas de lucha y revolución cultural, política,
social y educativa? ¿Por qué figuras tan
retrógradas y poco efectivas como los encapuchados siguen teniendo tanta fuerza
en influencia dentro de la comunidad intelectual más importante del país?